viernes, 7 de octubre de 2011

Los Dioses Incas



Para entender la mitología inca es importante ubicar geográficamente a este imperio en el contexto regional sudamericano, que de acuerdo a las leyendas y la memoria colectiva poco a poco se van reivindicando con los hallazgos y descubrimientos arqueológicos más recientes; el apogeo del Imperio de los Hijos del Sol tuvo lugar en los actuales territorios colombiano, ecuatoriano, peruano, boliviano, chileno y argentino incorporando en primera instancia de manera sistemática los territorios de la sierra central de Perú  hacia el norte.
La mitología inca como un valor importante de identidad para los pueblos precolombinos tuvo éxito por la influencia política, comercial y militar antes de la conquista de los territorios al Sur y Norte del Cuzco que más luego emprendiera el naciente imperio. Los pueblos de la región norte de Perú y en el actual Ecuador en donde la expansión imperialista encontró una resistencia militar mas no en el aspecto religioso ya que el pensamiento de la identidad de los pueblos quechuas en el Perú y Bolivia y los quichuas (kychwas) en el Ecuador, comparten esta percepción espacial y religiosa que los une por su deidad más significativa como el dios sol Inti.
A sus dioses, el pueblo inca les rendían cultos ,al igual que en otras mitologías. Algunos nombres de dioses se repetían o eran llamados de igual forma en distintas provincias del pueblo inca. Más tarde todos estos dioses se unificaron y formaron el que se denomina verdadero panteón inca de divinidades.
Lo aplicado por la cosmogonía inca en el ámbito de las creencias debe ser considerado como uno de los instrumentos más importantes utilizados en el proceso de la formación de su imperio a la par de las transformaciones económicas, sociales y de la administración.
La cosmovisión es el concepto o interpretación que una cultura tiene acerca del mundo que le rodea. En el caso andino, esta tiene rasgos particulares en materia de tiempo y espacio.
De esa manera en el mundo andino, el tiempo era concebido de manera cíclica, en una sucesión constante de períodos de caos (o desorden) y de cosmos (orden) del mundo.
El espacio andino era concebido en dos niveles diferentes: horizontal y vertical. En el plano horizontal, los incas veían el mundo de manera dual: hanan y hurin (arriba y abajo). Estas dos mitades eran divididas, a su vez, en otras dos, dando origen a la cuatripartición. Esta división era entendida como complementariedad, oposición y reciprocidad.
Mientras que, a nivel vertical, el espacio estaba dividido en tres planos: I) el hanan pacha (mundo de arriba), que era el lugar donde habitaban los dioses, II) el kay pacha, que era el lugar del encuentro, donde habitaban los hombres, y III) el ucu pacha (mundo de abajo), que era el mundo subterráneo donde vivían los muertos. El término pacha puede significar a la vez tiempo y espacio (mundo, tierra y lugar).
La cosmovisión está principalmente ligada a la cosmografía, que es la descripción del cosmos, en este caso correspondiente al cielo del hemisferio austral, cuyo eje visual y simbólico lo marca la constelación de la Cruz del Sur, denominada Chakana en la antigüedad y cuyo nombre se aplica a la Cruz Escalonada Andina, símbolo del Ordenador o Wiracocha. Así también en el Universo Andino existen mundos simultáneos, paralelos y comunicados entre sí, en los que se reconoce la vida y la comunicación entre las entidades naturales y espirituales.
En el imperio Inca se concebía a un mundo compuesto por tres aspectos o planos . En su representación del cosmos, por ejemplo, utilizaron tres palabras:

1. Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos) : En La mitología andina Ukju Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos, de los niños no nacidos y todo lo que estaba debajo de la superficie de la tierra o el mar. Las fuentes, Cuevas u otras de las aberturas de la superficie terrestre eran considerados como líneas de comunicación entre el Ukju Pacha (mundo de abajo) y Kay Pacha (mundo del presente).
2. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): En la cosmovision andina Kay Pacha es el nombre del mundo terrenal, donde los seres humanos viven y pasan sus vidas.

3. Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal). fue el bajo mundo celestial y solo las personas justas podían entrar en ella, cruzando un puente hecho de pelo. En la tradicion andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los dioses como Wiracocha, Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, etc
Panteón
La andina prehispánica era animista, perfilaba a los astros y a los grandes hechos y fenómenos geográficos como deidades en sí mismas. El único dios en sentido pleno de la palabra, fue Wiracocha, el dios creador. Otras deidades importantes eran el sol (inti), la luna (Mama Killa) protectora de las mujeres, la tierra (Pacha Mama) de la fertilidad agrícola, y el rayo (Illapa) trinidad del rayo, trueno y relámpago, dios de la batalla.
Principales dioses
Wiracocha (en quechua: Qun Tiksi Wiraqucha) era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos peruanos, a saber, los habitantes de Caral, Chavín, Huari y especialmente los tiahuanacotas, que provenían del Lago Titicaca. El culto al dios creador supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza.
Wiracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada. Según los mitos, surgió de las aguas, y creó el cielo y la tierra. Tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y del futuro. Este pájaro mago, no es otro que el Corequenque de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaypacha o corona del emperador Inca.
Wiracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estólicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas).
Mama Quilla
Artículo principal: Mama Quilla
Mama Quilla (en quechua: Mama Killa, Madre Luna) era hermana, madre y esposa de Inti; también era considerada madre del firmamento. De ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una orden de sacerdotisas le rendía culto.
Los incas celebraban en su honor una gran fiesta denominada Coya Raymi
Pacha Mama
Artículo principal: Pacha Mama
La Pacha Mama (en quechua: Pacha Mama, Madre Tierra o Madre Còsmica) La fuente femenina de la que proviene todo el mundo material, el sustento de toda la naturaleza y toda la realidad.
Pachacamac
Artículo principal: Pachacamac
Pachacamac (en quechua: Pachakamaq, Soberano del mundo) era una re-edición de Wiracocha, el cual era venerado en la Costa Central del Imperio inca. Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un aparente sincretismo con el actual Señor de los Milagros, el cual - según la historiadora María Rowstoroski - tiene rasgos de este antiguo dios pagano.
Mama Sara
Artículo principal: Mama Sara
La Mama Sara (en quechua: Mama Sara, Maíz Madre) era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.
Mama Cocha
Artículo principal: Mama Cocha
La Mama Cocha (en quechua: Mama Qucha, Mar Madre), era una diosa a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la deidad que representaba todo lo que era femenino.



 Dioses menores
Aparte del gran Wiracocha y su corte terrenal de Amautas, o sabios y primeros sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que probablemente le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.
La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol, al igual que Illapa, dios del trueno y la batalla, como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chaska, hacía su guardia junto a la Luna; y Chuychú, el bello arco iris estaba por debajo de ambos grandes dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que representaba la belleza que estaba reservada para los nobles
Las constelaciones de la copa de la coca (Kuka Manka) era una constelación que cuidaba de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manka) lo hacía con los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los felinos.
Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar, mientras que el Qhaxra-kamayuq se esforzaba por evitar que los ladrones entraran en esa misma casa, y los Auquis asumían la vigilancia de cada poblado.
Había también un dios de las tormentas y otro dios del granizo; tras Pacha Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu Katikil y Pikiru, como dioses tutelares de los gemelos; la serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que estaba bajo tierra, mientras que el ávido Supay reinaba en el mundo de los muertos vivientes sin dejar de reclamar más y más víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le dieran lo identificaran con el Diablo, aunque tenía cualidades benignas y malignas.
También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacámac expulsado por éste y que se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para siempre. Según Pachacamac, fue un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las montañas. Otros hermanos, Temenduare y Arikute, dieron origen al diluvio con sus querellas. En total y según algunas tradiciones orales el primer sol del mundo antiguo (Ñawpa pacha) el cual era Wiracocha, el creador con su corte, y tuvo 4 hijos: Kon o Wakon, dios de las sequías; Mallko dios de la ley; Vichama o Atipa dios de la guerra y la venganza y Pachacámac, quienes regentaron sucesivamente el mundo actual destruyéndolo sucesivamente. Estos guardan relación con los 4 hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del Imperio inca. Pachacámac a su vez tuvo de hijos al sol (Inti) y la luna (Mama Quilla) del mundo actual o Kay Pacha. Pachacamac se autoexilió al mar desde donde domina los terremotos, dejando el mundo en manos del Inti o sol del mundo actual.
Existen otros wakas o dioses, como Catequil, poderoso dios oráculo; Huallallo Carhuancho, dios de fuego con rasgos malignos; Huari, dios gigante de la guerra referido a la cultura del mismo nombre; Amaru, la serpiente mitológica divina; entre muchos otros nombrados en sin número de tradiciones orales recopiladas recientement


Era el dios creador.
Cuenta la leyenda que Viracocha surgió de las aguas y más tarde creó el cielo y la tierra.
Tenía como compañero a un pájaro llamado Inti, con forma de picaflor de oro, que podía conocer el pasado y el futuro.
Las plumas del Inti adornaban la corona del emperador inca.
A Viracocha lo representaban con dos varas en las manos, como si fuesen jabalinas u hondas.
Pachacamac
Pachacamac era otra versión del dios Viracocha,
Era el dios de los terremotos y temblores de tierra, muy frecuentes en la región andina.
Considerado hacedor del mundo y creador de los yuncas de Perú.
Era el marido de Mama Pacha y sus hermanos eran Viracocha y Manco Capac.
Cuando creó al primer hombre y la primera mujer, olvidó que debían alimentarse para subsistir y murieron de hambre. La mujer acusó a Pachacamac de negligente, entonces, él le otorgó a la mujer la fertilidad y ella dio a luz un hijo.
El dios mató al hijo, cortó en pedacitos su cuerpo y los arrojó a la tierra. De allí crecieron frutas y vegetales.
El segundo hijo de la mujer, Wichama, logró escapar de las manos del dios, entonces el dios mató a la mujer.
Wichama vengó la muerte de su madre atrayendo al dios hacia el mar.
Inti
Inti era el dios del Sol y el asistente de Viracocha, su padre.
Inti era la deidad más popular del panteón inca al que le dedicaron muchos santuarios. Allí le hacían ofrendas en oro, plata, animales y jóvenes muy hermosas.
Se lo representaba con un disco dorado con facciones humanas.
Selo considerba padre del Inca legendario Manco Capac I y de Mama Ocllo.
También le ofrecían sacrificios humanos de reos condenados a muerte.
 era el dios del clima y uno de los dioses más populares.
Su nombre significa rayos y truenos. Se creía que hacía llover desde la Vía Láctea con agua que guardaba en una jarra.
En tiempos de sequía, los incas acostumbraban atar perros negros hasta que sufrieran hambre para que el dios Ilyap´a se compadeciera de ellos y enviara la lluvia.
Mama Quilla
Mama Quilla era la madre y esposa del dios Inti.
Era la patrona del firmamento.
En el templo del sol había una estatua dedicada a su culto.
Pacha Mama
Pacha Mama era la diosa madre de la tierra.
Patrona de la fertilidad de los campos.
A ella se le hacían ofendas especiales para obtener una buena cosecha.
Mama Sara
Madre del maiz o del alimento. El maíz, junto con la coca y la papa eran alimentos primordiales de los incas.
Mama Cocha
Era la madre del mar.
Venerada especialmente por los pescadores para calmarlas aguas y obtener los beneficios de una pesca abundante.
Mama Cocha representaba también todo lo femenino.
Apo
Se llamaba Apo al dios inca de las montañas.
Coco Mama
Coco Mama era la diosa de la salud y la felicidad.
En un principio fue considerada una diosa promiscua. Sus amantes la dividieron en dos partes. Su cuerpo se transformó en la primera planta de coca.
A los hombres que mascaban coca no se les permitía tocar a sus hijos si antes no satisfacían sexualmente a sus esposas.
Los antiguos creían que la planta de coca brindaba salud y felicidad.
Copacati
Se llamaba Copacati a la diosa inca de los lagos.
Se le rendía culto en Tiahuanaco . Muy cerca del lago Titicaca.
Pariacaca
Dios pre-inca del agua, la lluvia y los vientos.
Era considerado también un dios creador.
nació de un halcón pero con el tiempo se transformó en humano.
Le rendían culto en las ciudades centrales del imperio.
Paricia
Paricia se llamaba el dios peruano que hizo inundar la tierra porque los hombres eran malvados y desagradecidos.
Supay
Se llamaba Supay a los espíritus maléficos que hablaban quechua.
Supay era también el dios de los muertos y dueño y señor del mundo subterráneo.
Hoy día, los aborígenes católicos de Perú y Bolivia llaman Supay al demonio.
El sector religioso como sostén de la política estatal
Al igual que en las culturas de la antigüedad, los Incas fueron una sociedad panteísta, idolatra y politeísta. Pero sobre todo, el poder las clases altas estaba dominado por el factor religioso. En efecto, desde su temprana formación como un imperio aristocrático, los Incas desarrollaron todo un contexto mítico y divino que favorecía el sostenimiento de la clase sacerdotal que controlaba gran parte de la política del Imperio, así como a las diversas casas reales que conformaban a la nobleza Inca. Con estos factores, se mantuvo un control férreo sobre la sociedad. El rey Inca era el encargado, el representante de los dioses en la tierra, sobre todo de la divinidad conocida como Apucontiqui Huiracocha, a quien se le atribuye el orden. Esto quiere decir que los soberanos eran libres de ordenar todo cuanto encontrasen, desde las guerras, hasta las familias. Sus decisiones eran la ley absoluta. Este período de caos por el cual el Inca debía estar en constante trabajo, se debía a la falta de presencia de Huiracocha, dios el cual debía regresar algún día para devolver el orden necesario al imperio. Uno de los aspectos más destacados de los Incas, fue que a pesar de las múltiples etnias que sometieron, nunca se mostraron intolerantes con los dioses de estos. Los incorporaron con la única condición de que su dios máximo, el Inti, sea también elevado a la misma categoría por los sometidos.
Los dioses incas
Wiracocha o Huiracocha ha sido un dios que ha estado presente en múltiples culturas pre-incaicas, desde los Chavín, incluyendo los Wari y los Tiahuanaco. Como vemos, su antigüedad demuestra que fue un dios importante, con el cual la nobleza sacerdotal inca no pudo desligarse, tanto por cuestión de tradición como de conveniencia política, que obedecía a motivos culturales. El Dios Wiracocha esta bmién para algunos investigadores el supremo creador del mundo de los incas y de los tres elementos básicos: el agua, la tierra y el fuego.
El dios principal como ya señalamos más arriba era el Inti, también llamado Punchao, atribuido al astro rey, el Sol. Para los Incas esta divinidad era símbolo de fertilización, y se le representaba mediante un disco de oro que se colocaba en los edificios importantes tales como el Coricancha. Tan alabado era el sol que sus templos estaban totalmente enchapados en oro, y las obras arquitectónicas tenían una simetría perfecta para permitir el ingreso de rayos solares, otorgando una maravillosa iluminación al lugar. En el Coricancha se encontraba el sacerdote supremo de este dios, llamado Huillac Humo y sus respectivos ayudantes llamados Willcas, los cuales eran traídos desde cada región. El sol era admirado pues para los Incas era el que daba la vida a todo lo que les rodeaba, además al ser una sociedad básicamente agrícola, está claro que el conocer este astro que permitía la vida y la gloria el imperio, era algo esencial. Los Incas fueron buenos astrónomos y conocían los movimientos del sol, en base al cual se confeccionó un calendario de doce quillas o meses. Esto generó asimismo festividades, y que cada mes del año tenga una dedicación especial en base a las sombras que dejaban los rayos solares. Por ejemplo enero estaba dedicado al agua, junio era la fiesta principal dedicada al sol, conocida como Inti Raymi, y que aún hoy en día se celebra. Septiembre, además estaba dedicado a la purificación y a la luna, como bienvenida a la primavera; por sólo señalar algunos casos.
Otro dios importante del panteón Inca fue Pachacamac, extraído de los pueblos de la costa central que los cusqueños fueron conquistando. Este dios no dejaba de ser peculiar, pues además de representar a los terremotos, su centro ceremonial, era un oráculo ubicado en los suburbios de la actual ciudad de Lima. De todas maneras, sobre todo en los últimos tiempos y con el advenimiento de los invasores españoles a tierras americanas, el oráculo falló muchos de sus vaticinios, entre ellos el del éxito de la guerra contra los extranjeros cuando Atahualpa preguntó por el destino del imperio.
Entre los dioses existen varios: Así tenemos a Alia Paec, de la costa norte, por lo general considerado una divinidad civilizadora; Huari, el dios antropomorfo con rasgos de serpiente, y que representa el agua y las cosechas, también llamado a menudo dios de los dos báculos o de las dos Varas; asimismo está Pariacaca, dios de las lluvias en la sierra central; Illapa, dios del rayo, los truenos y relámpagos; Tunupa, dios sureño de los chiris; Pachamama, diosa de la tierra, representa la fertilidad; la Mama Quilla o diosa de la luna, también ligada a la fertilidad y esposa del sol.
Los Inca además tenían una idea dentro de su panteón, una cosmovisión andina basada en tres estados: el mundo de arriba (Haman Pacha), el mundo de aquí donde habitan los hombres (Kay Pacha) y el mundo de abajo, el subterráneo, representando por las cuevas, los muertos, puquios, etc. Ahora bien, ¿existían sacrificios al estilo de las religiones y culturas de Mesoamérica? La respuesta es que sí existían sacrificios a los dioses, pero no de un modo tan masivo, por decir de alguna manera, ni tampoco frecuentes, salvo en tiempos de guerra. Los sacrificios humanos eran ofrendas a los dioses, o a los apus, que se llevaban a cabo o bien cada cuatro años, o bien debido a que algún acontecimiento importante así lo exigía, no estamos refiriendo a sequías, lluvias incesantes, fenómenos naturales, terremotos, erupciones volcánicas, pestes, epidemias, etc. Pero no todo era tan pesimista pues en otras ocasiones, como por ejemplo el nacimiento del heredero, el ascenso del Inca, victorias de las batallas, fines de conflictos, etc.
Las celebraciones por lo general no estaban reservadas únicamente a la nobleza, sino que también se incluía a los runas, los cuales todos debían ofrendar comida, bebida, oro, plata y niños, de alrededor de diez años de edad. Eran estos últimos, la edad general que se recibía para el sacrificio, aunque también algo cotidiano eran las mujeres. En honor al Inti o Wiracocha, aunque no estaban descartadas otras divinidades que se buscaba satisfacer, los Incas realizaron actos ceremoniales cargados de sacrificios, llamados Rito de Copacoha.
les cargados de sacrificios, llamados Rito de Copacoha.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Los Dioses Incas

Para entender la mitología inca es importante ubicar geográficamente a este imperio en el contexto regional sudamericano, que de acuerdo a las leyendas y la memoria colectiva poco a poco se van reivindicando con los hallazgos y descubrimientos arqueológicos más recientes; el apogeo del Imperio de los Hijos del Sol tuvo lugar en los actuales territorios colombiano, ecuatoriano, peruano, boliviano, chileno y argentino incorporando en primera instancia de manera sistemática los territorios de la sierra central de Perú  hacia el norte.
La mitología inca como un valor importante de identidad para los pueblos precolombinos tuvo éxito por la influencia política, comercial y militar antes de la conquista de los territorios al Sur y Norte del Cuzco que más luego emprendiera el naciente imperio. Los pueblos de la región norte de Perú y en el actual Ecuador en donde la expansión imperialista encontró una resistencia militar mas no en el aspecto religioso ya que el pensamiento de la identidad de los pueblos quechuas en el Perú y Bolivia y los quichuas (kychwas) en el Ecuador, comparten esta percepción espacial y religiosa que los une por su deidad más significativa como el dios sol Inti.
La mitología inca estaba formada por una serie de leyendas y mitos de esta etnia, que sustentó la religión panteísta del Imperio inca, centralizada en Cusco.
A sus dioses, el pueblo inca les rendían cultos ,al igual que en otras mitologías. Algunos nombres de dioses se repetían o eran llamados de igual forma en distintas provincias del pueblo inca. Más tarde todos estos dioses se unificaron y formaron el que se denomina verdadero panteón inca de divinidades.
Lo aplicado por la cosmogonía inca en el ámbito de las creencias debe ser considerado como uno de los instrumentos más importantes utilizados en el proceso de la formación de su imperio a la par de las transformaciones económicas, sociales y de la administración.
La cosmovisión es el concepto o interpretación que una cultura tiene acerca del mundo que le rodea. En el caso andino, esta tiene rasgos particulares en materia de tiempo y espacio.
De esa manera en el mundo andino, el tiempo era concebido de manera cíclica, en una sucesión constante de períodos de caos (o desorden) y de cosmos (orden) del mundo.
El espacio andino era concebido en dos niveles diferentes: horizontal y vertical. En el plano horizontal, los incas veían el mundo de manera dual: hanan y hurin (arriba y abajo). Estas dos mitades eran divididas, a su vez, en otras dos, dando origen a la cuatripartición. Esta división era entendida como complementariedad, oposición y reciprocidad.
Mientras que, a nivel vertical, el espacio estaba dividido en tres planos: I) el hanan pacha (mundo de arriba), que era el lugar donde habitaban los dioses, II) el kay pacha, que era el lugar del encuentro, donde habitaban los hombres, y III) el ucu pacha (mundo de abajo), que era el mundo subterráneo donde vivían los muertos. El término pacha puede significar a la vez tiempo y espacio (mundo, tierra y lugar).
La cosmovisión está principalmente ligada a la cosmografía, que es la descripción del cosmos, en este caso correspondiente al cielo del hemisferio austral, cuyo eje visual y simbólico lo marca la constelación de la Cruz del Sur, denominada Chakana en la antigüedad y cuyo nombre se aplica a la Cruz Escalonada Andina, símbolo del Ordenador o Wiracocha. Así también en el Universo Andino existen mundos simultáneos, paralelos y comunicados entre sí, en los que se reconoce la vida y la comunicación entre las entidades naturales y espirituales.
En el imperio Inca se concebía a un mundo compuesto por tres aspectos o planos . En su representación del cosmos, por ejemplo, utilizaron tres palabras:
1. Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos) : En La mitología andina Ukju Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos, de los niños no nacidos y todo lo que estaba debajo de la superficie de la tierra o el mar. Las fuentes, Cuevas u otras de las aberturas de la superficie terrestre eran considerados como líneas de comunicación entre el Ukju Pacha (mundo de abajo) y Kay Pacha (mundo del presente).
2. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): En la cosmovision andina Kay Pacha es el nombre del mundo terrenal, donde los seres humanos viven y pasan sus vidas.
3. Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal). fue el bajo mundo celestial y solo las personas justas podían entrar en ella, cruzando un puente hecho de pelo. En la tradicion andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los dioses como Wiracocha, Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, etc

Panteón

La andina prehispánica era animista, perfilaba a los astros y a los grandes hechos y fenómenos geográficos como deidades en sí mismas. El único dios en sentido pleno de la palabra, fue Wiracocha, el dios creador. Otras deidades importantes eran el sol (inti), la luna (Mama Killa) protectora de las mujeres, la tierra (Pacha Mama) de la fertilidad agrícola, y el rayo (Illapa) trinidad del rayo, trueno y relámpago, dios de la batalla.

Principales dioses

Wiracocha (en quechua: Qun Tiksi Wiraqucha) era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos peruanos, a saber, los habitantes de Caral, Chavín, Huari y especialmente los tiahuanacotas, que provenían del Lago Titicaca. El culto al dios creador supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza.
Wiracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada. Según los mitos, surgió de las aguas, y creó el cielo y la tierra. Tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y del futuro. Este pájaro mago, no es otro que el Corequenque de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaypacha o corona del emperador Inca.
Wiracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estólicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas).

Mama Quilla

principal: Mama Quilla
Mama Quilla (en quechua: Mama Killa, Madre Luna) era hermana, madre y esposa de Inti; también era considerada madre del firmamento. De ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una orden de sacerdotisas le rendía culto.
Los incas celebraban en su honor una gran fiesta denominada Coya Raymi

Pacha Mama

Artículo principal: Pacha Mama
La Pacha Mama (en quechua: Pacha Mama, Madre Tierra o Madre Còsmica) La fuente femenina de la que proviene todo el mundo material, el sustento de toda la naturaleza y toda la realidad.

Pachacamac

 principal: Pachacamac
Pachacamac (en quechua: Pachakamaq, Soberano del mundo) era una re-edición de Wiracocha, el cual era venerado en la Costa Central del Imperio inca. Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un aparente sincretismo con el actual Señor de los Milagros, el cual - según la historiadora María Rowstoroski - tiene rasgos de este antiguo dios pagano.

Mama Sara

La Mama Sara (en quechua: Mama Sara, Maíz Madre) era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.

Mama Cocha

La Mama Cocha (en quechua: Mama Qucha, Mar Madre), era una diosa a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la deidad que representaba todo lo que era femenino.

 Dioses menores

Aparte del gran Wiracocha y su corte terrenal de Amautas, o sabios y primeros sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que probablemente le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.
La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol, al igual que Illapa, dios del trueno y la batalla, como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chaska, hacía su guardia junto a la Luna; y Chuychú, el bello arco iris estaba por debajo de ambos grandes dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que representaba la belleza que estaba reservada para los nobles
Las constelaciones de la copa de la coca (Kuka Manka) era una constelación que cuidaba de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manka) lo hacía con los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los felinos.
Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar, mientras que el Qhaxra-kamayuq se esforzaba por evitar que los ladrones entraran en esa misma casa, y los Auquis asumían la vigilancia de cada poblado.
Había también un dios de las tormentas y otro dios del granizo; tras Pacha Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu Katikil y Pikiru, como dioses tutelares de los gemelos; la serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que estaba bajo tierra, mientras que el ávido Supay reinaba en el mundo de los muertos vivientes sin dejar de reclamar más y más víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le dieran lo identificaran con el Diablo, aunque tenía cualidades benignas y malignas.
También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacámac expulsado por éste y que se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para siempre. Según Pachacamac, fue un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las montañas. Otros hermanos, Temenduare y Arikute, dieron origen al diluvio con sus querellas. En total y según algunas tradiciones orales el primer sol del mundo antiguo (Ñawpa pacha) el cual era Wiracocha, el creador con su corte, y tuvo 4 hijos: Kon o Wakon, dios de las sequías; Mallko dios de la ley; Vichama o Atipa dios de la guerra y la venganza y Pachacámac, quienes regentaron sucesivamente el mundo actual destruyéndolo sucesivamente. Estos guardan relación con los 4 hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del Imperio inca. Pachacámac a su vez tuvo de hijos al sol (Inti) y la luna (Mama Quilla) del mundo actual o Kay Pacha. Pachacamac se autoexilió al mar desde donde domina los terremotos, dejando el mundo en manos del Inti o sol del mundo actual.
Existen otros wakas o dioses, como Catequil, poderoso dios oráculo; Huallallo Carhuancho, dios de fuego con rasgos malignos; Huari, dios gigante de la guerra referido a la cultura del mismo nombre; Amaru, la serpiente mitológica divina; entre muchos otros nombrados en sin número de tradiciones orales recopiladas recientemente

Era el dios creador.
Cuenta la leyenda que Viracocha surgió de las aguas y más tarde creó el cielo y la tierra.
Tenía como compañero a un pájaro llamado Inti, con forma de picaflor de oro, que podía conocer el pasado y el futuro.
Las plumas del Inti adornaban la corona del emperador inca.
A Viracocha lo representaban con dos varas en las manos, como si fuesen jabalinas u hondas.
Pachacamac
Pachacamac era otra versión del dios Viracocha,
Era el dios de los terremotos y temblores de tierra, muy frecuentes en la región andina.
Considerado hacedor del mundo y creador de los yuncas de Perú.
Era el marido de Mama Pacha y sus hermanos eran Viracocha y Manco Capac.
Cuando creó al primer hombre y la primera mujer, olvidó que debían alimentarse para subsistir y murieron de hambre. La mujer acusó a Pachacamac de negligente, entonces, él le otorgó a la mujer la fertilidad y ella dio a luz un hijo.
El dios mató al hijo, cortó en pedacitos su cuerpo y los arrojó a la tierra. De allí crecieron frutas y vegetales.
El segundo hijo de la mujer, Wichama, logró escapar de las manos del dios, entonces el dios mató a la mujer.
Wichama vengó la muerte de su madre atrayendo al dios hacia el mar.
Inti
Inti era el dios del Sol y el asistente de Viracocha, su padre.
Inti era la deidad más popular del panteón inca al que le dedicaron muchos santuarios. Allí le hacían ofrendas en oro, plata, animales y jóvenes muy hermosas.
Se lo representaba con un disco dorado con facciones humanas.
Selo considerba padre del Inca legendario Manco Capac I y de Mama Ocllo.
También le ofrecían sacrificios humanos de reos condenados a muerte.
Illapa
Illapa era el dios del clima y uno de los dioses más populares.
Su nombre significa rayos y truenos. Se creía que hacía llover desde la Vía Láctea con agua que guardaba en una jarra.
En tiempos de sequía, los incas acostumbraban atar perros negros hasta que sufrieran hambre para que el dios Ilyap´a se compadeciera de ellos y enviara la lluvia.
Mama Quilla
Mama Quilla era la madre y esposa del dios Inti.
Era la patrona del firmamento.
En el templo del sol había una estatua dedicada a su culto.
Pacha Mama
Pacha Mama era la diosa madre de la tierra.
Patrona de la fertilidad de los campos.
A ella se le hacían ofendas especiales para obtener una buena cosecha.
Mama Sara
Madre del maiz o del alimento. El maíz, junto con la coca y la papa eran alimentos primordiales de los incas.
Mama Cocha
Era la madre del mar.
Venerada especialmente por los pescadores para calmarlas aguas y obtener los beneficios de una pesca abundante.
Mama Cocha representaba también todo lo femenino.
Apo
Se llamaba Apo al dios inca de las montañas.
Coco Mama
Coco Mama era la diosa de la salud y la felicidad.
En un principio fue considerada una diosa promiscua. Sus amantes la dividieron en dos partes. Su cuerpo se transformó en la primera planta de coca.
A los hombres que mascaban coca no se les permitía tocar a sus hijos si antes no satisfacían sexualmente a sus esposas.
Los antiguos creían que la planta de coca brindaba salud y felicidad.
Copacati
Se llamaba Copacati a la diosa inca de los lagos.
Se le rendía culto en Tiahuanaco . Muy cerca del lago Titicaca.
Pariacaca
Dios pre-inca del agua, la lluvia y los vientos.
Era considerado también un dios creador.
Pariacaca nació de un halcón pero con el tiempo se transformó en humano.
Le rendían culto en las ciudades centrales del imperio.
Paricia
Paricia se llamaba el dios peruano que hizo inundar la tierra porque los hombres eran malvados y desagradecidos.
Supay
Se llamaba Supay a los espíritus maléficos que hablaban quechua.
Supay era también el dios de los muertos y dueño y señor del mundo subterráneo.
Hoy día, los aborígenes católicos de Perú y Bolivia llaman Supay al demonio.

El sector religioso como sostén de la política estatal

Al igual que en las culturas de la antigüedad, los Incas fueron una sociedad panteísta, idolatra y politeísta. Pero sobre todo, el poder las clases altas estaba dominado por el factor religioso. En efecto, desde su temprana formación como un imperio aristocrático, los Incas desarrollaron todo un contexto mítico y divino que favorecía el sostenimiento de la clase sacerdotal que controlaba gran parte de la política del Imperio, así como a las diversas casas reales que conformaban a la nobleza Inca. Con estos factores, se mantuvo un control férreo sobre la sociedad. El rey Inca era el encargado, el representante de los dioses en la tierra, sobre todo de la divinidad conocida como Apucontiqui Huiracocha, a quien se le atribuye el orden. Esto quiere decir que los soberanos eran libres de ordenar todo cuanto encontrasen, desde las guerras, hasta las familias. Sus decisiones eran la ley absoluta. Este período de caos por el cual el Inca debía estar en constante trabajo, se debía a la falta de presencia de Huiracocha, dios el cual debía regresar algún día para devolver el orden necesario al imperio. Uno de los aspectos más destacados de los Incas, fue que a pesar de las múltiples etnias que sometieron, nunca se mostraron intolerantes con los dioses de estos. Los incorporaron con la única condición de que su dios máximo, el Inti, sea también elevado a la misma categoría por los sometidos.

Los dioses incas

Wiracocha o Huiracocha ha sido un dios que ha estado presente en múltiples culturas pre-incaicas, desde los Chavín, incluyendo los Wari y los Tiahuanaco. Como vemos, su antigüedad demuestra que fue un dios importante, con el cual la nobleza sacerdotal inca no pudo desligarse, tanto por cuestión de tradición como de conveniencia política, que obedecía a motivos culturales. El Dios Wiracocha esta bmién para algunos investigadores el supremo creador del mundo de los incas y de los tres elementos básicos: el agua, la tierra y el fuego.
El dios principal como ya señalamos más arriba era el Inti, también llamado Punchao, atribuido al astro rey, el Sol. Para los Incas esta divinidad era símbolo de fertilización, y se le representaba mediante un disco de oro que se colocaba en los edificios importantes tales como el Coricancha. Tan alabado era el sol que sus templos estaban totalmente enchapados en oro, y las obras arquitectónicas tenían una simetría perfecta para permitir el ingreso de rayos solares, otorgando una maravillosa iluminación al lugar. En el Coricancha se encontraba el sacerdote supremo de este dios, llamado Huillac Humo y sus respectivos ayudantes llamados Willcas, los cuales eran traídos desde cada región. El sol era admirado pues para los Incas era el que daba la vida a todo lo que les rodeaba, además al ser una sociedad básicamente agrícola, está claro que el conocer este astro que permitía la vida y la gloria el imperio, era algo esencial. Los Incas fueron buenos astrónomos y conocían los movimientos del sol, en base al cual se confeccionó un calendario de doce quillas o meses. Esto generó asimismo festividades, y que cada mes del año tenga una dedicación especial en base a las sombras que dejaban los rayos solares. Por ejemplo enero estaba dedicado al agua, junio era la fiesta principal dedicada al sol, conocida como Inti Raymi, y que aún hoy en día se celebra. Septiembre, además estaba dedicado a la purificación y a la luna, como bienvenida a la primavera; por sólo señalar algunos casos.
Otro dios importante del panteón Inca fue Pachacamac, extraído de los pueblos de la costa central que los cusqueños fueron conquistando. Este dios no dejaba de ser peculiar, pues además de representar a los terremotos, su centro ceremonial, era un oráculo ubicado en los suburbios de la actual ciudad de Lima. De todas maneras, sobre todo en los últimos tiempos y con el advenimiento de los invasores españoles a tierras americanas, el oráculo falló muchos de sus vaticinios, entre ellos el del éxito de la guerra contra los extranjeros cuando Atahualpa preguntó por el destino del imperio.
Entre los dioses existen varios: Así tenemos a Alia Paec, de la costa norte, por lo general considerado una divinidad civilizadora; Huari, el dios antropomorfo con rasgos de serpiente, y que representa el agua y las cosechas, también llamado a menudo dios de los dos báculos o de las dos Varas; asimismo está Pariacaca, dios de las lluvias en la sierra central; Illapa, dios del rayo, los truenos y relámpagos; Tunupa, dios sureño de los chiris; Pachamama, diosa de la tierra, representa la fertilidad; la Mama Quilla o diosa de la luna, también ligada a la fertilidad y esposa del sol.
Los Inca además tenían una idea dentro de su panteón, una cosmovisión andina basada en tres estados: el mundo de arriba (Haman Pacha), el mundo de aquí donde habitan los hombres (Kay Pacha) y el mundo de abajo, el subterráneo, representando por las cuevas, los muertos, puquios, etc. Ahora bien, ¿existían sacrificios al estilo de las religiones y culturas de Mesoamérica? La respuesta es que sí existían sacrificios a los dioses, pero no de un modo tan masivo, por decir de alguna manera, ni tampoco frecuentes, salvo en tiempos de guerra. Los sacrificios humanos eran ofrendas a los dioses, o a los apus, que se llevaban a cabo o bien cada cuatro años, o bien debido a que algún acontecimiento importante así lo exigía, no estamos refiriendo a sequías, lluvias incesantes, fenómenos naturales, terremotos, erupciones volcánicas, pestes, epidemias, etc. Pero no todo era tan pesimista pues en otras ocasiones, como por ejemplo el nacimiento del heredero, el ascenso del Inca, victorias de las batallas, fines de conflictos, etc.
Las celebraciones por lo general no estaban reservadas únicamente a la nobleza, sino que también se incluía a los runas, los cuales todos debían ofrendar comida, bebida, oro, plata y niños, de alrededor de diez años de edad. Eran estos últimos, la edad general que se recibía para el sacrificio, aunque también algo cotidiano eran las mujeres. En honor al Inti o Wiracocha, aunque no estaban descartadas otras divinidades que se buscaba satisfacer, los Incas realizaron actos ceremoniales cargados de sacrificios, llamados Rito de Copacoha.


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